jueves, 2 de junio de 2016

El diseño y la proyección

Las etapas que constituyen el diseño y la proyección de una obra cada día se encuentran más interrelacionadas. Las problemáticas más usuales pueden verse disminuidas con una buena comunicación entre los especialistas y, si se alcanza una relación efectiva entre ellos, será posible desarrollar edificaciones más eficaces con apego a las normas vigentes.
Cada etapa que constituye la construcción de una edificación, en general, guarda su dosis de importancia. Debido a la amplitud del tema y las características que diferencian a los edificios convencionales de los llamados edificios altos, es preciso repasar los rasgos definitorios de éstos para optimizar las prácticas de diseño y proyección que se lleven a cabo.
En general, se enumeran diversos tipos de edificios, pero existen muchos que mezclan usos particulares y que se adaptan a las necesidades del arrendador o dueño. Aunque no existe una clasificación específica, se cuenta con una división usual que permite abordar las labores necesarias con mayor soltura, de acuerdo con las características del sitio:
  • Edificios residenciales, que a su vez pueden dividirse en plurifamiliares o unifamiliares
  • Edificios culturales y docentes, que pueden ser museos, bibliotecas, universidades, escuelas y guarderías
  • Edificios industriales y comerciales, donde se fabrican artículos relativos a la industria textil o siderúrgica, por ejemplo
  • Edificios religiosos, como conventos, cementerios o iglesias
  • Edificios sanitarios y sociales, que funcionan como hospitales, clínicas o asilos
  • Edificios para la administración pública; pueden ser diputaciones, ayuntamientos, ministerios, entre otros
  • Edificios recreativos, como teatros, salas de cine, estadios, piscinas, gimnasios
  • Otros edificios; por ejemplo, aeropuertos, estaciones de tren y estaciones de autobuses

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